domingo, 20 de febrero de 2011

A solas con un psicópata adolescente - Parte IV y final

Mientras Nacho aparentaba buscar el balon, y la bomba que probablemente no existían, Tita y Tron venían ya de regreso a casa. Nacho tomo el hacha y la mostró al niño preguntando si le causaba miedo el filo y brillo que tenían.

Mientras tanto, Tita y Tron atravesaban la feria caminando con la calma que caminan las criadas por la alameda un domingo a  media tarde.

Antes de que el niño pudiera responderle algo a Nacho, este le voló la cabeza de un certero golpe hecho con el hacha, acto seguido corto ambas manos y metió estas partes en una bolsa de plástico negro, de aquellas en que acostumbran tirar la basura. e resto del cuerpo lo mutilo en diminutos pedacitos, y los guardo en otra bolsa. Tomo los dos costalitos y el único balón que existía ahí, y salió a la calle, iba rumbo al basurero, se dirigía a tirar esas dos bolsas donde iba guardado todo el rencor que el había reunido durante un par de horas hacia sus padres, al llegar al basurero, arrojo las bolsas y regreso a casa intentando hacer dominadas con el balón, en el camino de regreso obsequio el balón a un chiquillo que jugueteaba con una pelota desinflada, Nacho le arrojo el balón diciendo: "Me lo cuidas!"

Tita y Tron se detenían en un puesto de la feria a comprar buñuelos bañados con dulce de guayaba y piloncillo.

Al llegar Nacho a casa, apago las luces que tenia prendidas de mas, apago el televisor, y se encerro en su cuarto a seguir estudiando, recordó que no había limpiado el cuarto de la azotea cuando vio unas gotas de sangre en sus tenis negros con blanco con logotipo bien conocido de una estrella en el centro de un circulo. Subió a limpiar la sangre que había derramado su víctima.

Se oyó el ruido de la puerta del zaguán, sus padres llegaron y al entrar gritaron: -Ya llegamos Nachito! Notaron la luz del cuarto de la azotea encendida y le preguntaron: -Que haces allá arriba?

Estoy buscando el balón, mañana tengo partido en la escuela, enseguida bajo!

Tita le ofreció un buñuelo y Nacho lo acepto agregando, ponle mucha miel de guayaba, ya sabes que soy muy dulcero!