sábado, 25 de diciembre de 2010

A solas con un psicópata adolescente - Parte I

     Sucedió una noche del mes de mayo, era un jueves, se celebraba el día del trabajo, y se festejaba de manera contraria, es decir, sin trabajar.
La colonia en que Nacho vivia llevaba por nombre 1ro de Mayo, así que había fiesta en esta: feria, juegos mecánicos, puestos de comida y lo que no puede faltar en estos eventos, la lucha libre, en donde luchan, por así decirlo, rucos obesos de 50 años y 50 kilos de sobrepeso sobre sus cuerpos deformes después de tantos excesos, panzas que si las metieran a un concurso de la panza mas grande, ganarían sin rivales, en cualquier pueblucho pulquero.
Nacho era un nerviosísimo e inseguro muchacho, a sus 20 años no sabia si decidirse por estudiar Contaduría o Administración, en fin, las dos carreras eran igual de aburridas. Esa noche el estaba solo en casa, sus padres acababan de salir unos minutos antes, visitarían a su abuela que vivía a unas cuadras de ahí, lo cual hacían cada 3 o 4 días.
La abuela había enviudado hacía casi 2 años, vivía con sus dos hijos ya casados y con los hijos de sus hijos. Algunas veces la casa se volvía un manicomio, en especial cuando todos sus hijos e hijas visitaban con sus respectivos hijos e hijas, como los domingos o días de fiesta. La abuela empezaba a amargarse y a molestarse con tanto chamaco corriendo y gritando por toda la casa, con dificultad encontraba un lugar para estar a solas, ni aun en su recamara era esto posible.
Cuando su hijo mayor, Tron, padre de Nacho y su esposa llegaban a visitarla, la abuela era otra, totalmente diferente, su apariencia, aspecto y hasta su salud, no solo física sino hasta mental cambiaban, esta era la razón de las visitas de Tron.
En esa ocasión Tron  y su esposa atravesaron la feria y se desviaron; en lugar de ir a casa de la abuela, fueron con una hermana de Tita, esposa de Tron. La hermana de Tita se llamaba Gela y, su esposo Chuy y su hija Mela, vivían en una casona antigua también cerca de la casa de la abuela.
Gela era la tipica esposa sumisa que soportaba sin mas ni mas los gritos y en ocasiones los golpes de su marido Chuy, borracho y diabético, hombre frustrado  al cual todo su dinero no le sirvió para comprar al amor de su vida, que tuvo que sustituir por Gela, de donde seguramente de ahí provenían sus frustraciones y enojos contra la tonta de su mujer y sus hijos.
Tita visitaba a su hermana, le llevaba un obsequio, nopalitos, buenísimos para la diabetes de Chuy, casi milagrosos. Chuy tomaba por las mañanas religiosamente: jugo de naranja con nopal licuado, otros usos del nopal en el menu de la casa incluían nopal asado, crema de nopal, nopalitos con huevo o guisados con carne, cebolla y jitomate, de postre nopal en dulce con piloncillo y lo que a Gele se le ocurriera preparar, para que la diabetes de su Chuy no empeorara.
Nacho, quien ya llevaba una hora solo, empezaba a preocuparse. El era sumamente nervioso, su madre lo cuidaba tanto que el no soportaba estar solo en casa, sobretodo con tanto escándalo provocado por la tertulia de la colonia. Nacho intentaba leer un libro del cual debía entrega un reporte el día Martes, ya llevaba tres cuartas partes leídas, el resto iba a ser lo mas difícil, terminar de leer el libro, poner en orden todos sus pensamientos y por ultimo plasmarlos en hojas de papel blanco oprimiendo las teclas de esa maquina blanca con una manzanita, la cual le costaba tanto trabajo usar sin distraerse surfeando en el internet.
Tron y Tita...

No hay comentarios:

Publicar un comentario